Seguro que si nos paramos a pensar, todos conocemos a alguna persona extremadamente emotiva, que cuando nos habla o se relaciona con nosotros, nos muestra todo un abanico de emociones que nos impactan y nos hace vivir el momento como si en una obra de teatro estuviera actuándo.
Las personas con
un estilo histriónico de personalidad o el denominado por algunos profesionales
como “el tipo teatral”, se caracterizan por ser extremadamente emotivas. Su
sentido de la belleza, la sensualidad y sentido del humor, se encargan de
levantar el ánimo a quienes les rodean. La tendencia a exteriorizar
sentimientos y vitalidad, hace que estas personas sean el centro de atención en
muchas situaciones sociales. Sin embargo, cuando este tipo de comportamientos es
llevado al extremo, podemos estar hablando de un trastorno de personalidad
cuyos aspectos característicos no son ya tan positivos.
Algunas de las
características del trastorno histriónico de la personalidad son;
-Efusivos
y con gran imaginación, son propensos al romance y al melodrama.
-Su
vida intensa y llena de colores, donde ocurren muchas cosas, parece más
interesante que la de los demás.
-Demuestran
abiertamente sus sentimientos, dejando las emociones a la vista de todo el
mundo, no tienen reparos a la hora de hablar de sus pensamientos o
sentimientos.
-Manifiestan
una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.
-Reaccionan
ante cualquier situación emocionándose y cambiando la valencia de sus emociones
con facilidad. Pasan fácilmente del drama a la comedia. Además, expresan sus
emociones de manera exagerada.
-Se
guían por sensaciones, pudiendo cambiar de un estado de ánimo a otro, al vivir
cada situación de forma excesivamente emotiva.
-Son
activos, espontáneos y se dejan llevar por la situación de manera impulsiva.
-Les
encanta ser el centro de atención y el estilo del habla es excesivamente
impresionista.
-Necesitan
los elogios y los cumplidos de los demás para sentirse bien, así como
aprobación y apoyo social.
-Fácilmente
influenciables y susceptibles de distraerse.
Es complicado relacionarse con una persona
histriónica. Además, El trastorno histriónico de personalidad, en muchas
ocasiones, suele aparecer junto con otros trastornos como trastornos de
ansiedad, o los trastornos de personalidad límite, narcisista y/o dependiente.
En su etiología,
parece encontrarse el refuerzo parental de las conductas histriónicas, modelos
parentales histriónicos y aprendizaje de conductas manipulativas, cuyo objetivo
principal sería llamar la atención.
Este tipo de personas necesitan un tipo de terapia psicológica donde:
Se les ayude a sentir más
control de sí mismos y sobre sus emociones.
Trabajen sobre los patrones interpersonales
desadaptativos, que les pueden acarrear problemas a la hora de relacionarse en
el trabajo, la familia o los amigos.
Aprendan a identificar los cambios en el estado
mental y cómo afrontarlos.
Se modifiquen creencias irracionales y
contradicciones en los esquemas sobre sí mismo y los demás, además de
identificar y trabajar sobre patrones de dependencia excesiva y temores a ser
abandonado.