martes, 1 de marzo de 2011

A HACERSE MAYOR SE APRENDE.

En una extraña paradoja, nuestra sociedad sueña con poder vivir cada vez más y más años, pero, en cambio, rechaza las arrugas y las marcas del paso del  tiempo. Pero, realmente, sí que podemos escapar del culto a la juventud. Sólo tenemos que saber disfrutar de las distintas etapas de la vida.
Para afrontar el temor a envejecer, no hay nada como echar una miradita atrás y pensar, siendo honestos con nosotros mismos, si realmente todo son ventajas en la juventud. Porque cumplir años  es también una oportunidad para aprender más sobre la vida y sobre nosotros mismos.
Con la edad, sabemos ser más felices, aprendemos a disfrutar más de cada instante, y cosas que antes se vivían con la ansiedad , la impulsividad y la inseguridad propias de la juventud, pasan a verse de una forma más calmada, permitiendo realmente disfrutar más de ello. Aprendes a relativizar, adquieres sabiduría y ganas en conocimiento de uno mismo
Es muy importante saber encontrar  el equilibrio entre asumir nuestra edad  y, al mismo tiempo, llegar a ella en unas buenas condiciones físicas y psicológicas, sin llegar a obsesionarnos. Llevar una vida sana y hacer regularmente ejercicio, además de ejercitar nuestras habilidades sociales o nuestro cerebro, nos ayudará a sentirnos más felices y seguros.
Mantener una buena red social con la cual compartir buenos momentos, o donde apoyarnos cuando lo necesitemos, nos ayudará a envejecer de una forma más saludable. Un abrirse a los demás, que va ligado a mantener la curiosidad y las ganas de seguir conectados al presente. Aprender cosas nuevas relacionándonos con otras personas, nos hace sentirnos todavía capaces de hacer muchas cosas, además, ganamos en autoconfianza y nos genera sentimientos muy positivos.
Poder envejecer bien es un proceso en el que podemos intervenir, y cuyos frutos vamos a disfrutar muchos años.

Marisa Hernández Torrijo
Artículo completo; Revista “Psychologies”. (Marzo 2011).
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