martes, 22 de marzo de 2011

ADICCIÓN AL SEXO

La adicción al sexo o satiriasis, después de mucho tiempo de controversia, ha sido recogida en el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales DMS –V, imprescindible en el mundo de la psiquiatría y la psicología, como Trastorno de la Hipersexualidad.
Este tipo de patología afecta aproximadamente a un 6% de la población.
No es algo solamente masculino, también se da en las mujeres y acuden a consulta por ello, aunque en menor proporción que los varones.
Algunos de los síntomas que puede manifestar una persona con este tipo de trastorno son;
Necesidad de satisfacer sus deseos carnales más que cualquier otra cosa, a pesar de que en la mayoría de los casos después se sienten mal.
Masturbación de forma compulsiva.
Consumo de pornografía o prostitución.
Son personas infieles y/o promiscuas.
Pueden realizar conductas de exhibicionismo y/o voyeurismo.

Este tipo de trastorno se presenta como un tipo de trastorno obsesivo-compulsivo en el que la obsesión se canaliza a través del sexo. Es decir, son el tipo de pensamientos repetitivos lo que lleva al paciente a realizar una conducta determinada para rebajar el estado de ansiedad que les genera ese tipo de pensamientos.
Pero, ¿Cuándo tenemos una obsesión?. Cualquier tipo de pensamiento repetitivo que interfiera en la capacidad de la persona para llevar una vida normal y que le perjudique en sus relaciones tanto a nivel laboral, como familiar o social, es una obsesión.

En relación al cerebro, se cree que podría haber algún tipo de disfunción en la neurotransmisión de dopamina y en el sistema opiáceo, que daría lugar a algún tipo de síndrome de la recompensa insuficiente, pero es pronto para confirmarlo debido a los escasos estudios neurobiológicos realizados, ya que apenas se está comenzando a investigar.

Actualmente, este tipo de patología suele tratarse combinando tratamiento farmacológico, terapia cognitiva conductual  y asesoramiento sexológico.